Vamos a meditar esta vez sobre una palabra que se nos viene encima con frecuencia, pero que cuando nos ponemos a reflexionar sobre ella no le encontramos mucho sentido. En contra de esa palabra se atrincheran personas que se autodenominan republicanos, aunque hay muchas otras personas que no dudan en mostrarse fuertes defensores de tal expresión y de su significado y según parece la tienen como base de su religión, aunque…
ya veremos. Habrá muchos de ustedes
adivinado que nos proponemos reflexionar sobre la palabra REY
Mejor no empecemos por el eco religioso que nos provoca esta palabra. Hubo un tiempo en que esta expresión fue reflejo de quien tenía el poder sobre los ciudadanos de cualquier país. Rey, príncipe, sátrapa, arjos, o arkonte, (en griego, que no podía faltar) cacique, mandamás se llegó a decir en lenguaje familiar. En la mayor parte de las regiones del mundo se aceptaba como normal que cualquier pueblo necesitaba una persona que impusiera su poder sobre los demás y que ese era el único modo lógico de que ese país se gobernase, o fuera gobernado.