24 de febrero de 2015

Acerca del mensaje de los Obispos de Guatemala




Cuando los obispos o las comunidades cristianas defienden a los pobres, la justicia, los derechos humanos… suele haber quienes les critican y les dicen que hablen del evangelio… y ¿Qué es hablar del evangelio? ¿Qué dice Jesús?

Ve al enlace si deseas leer el  MENSAJE DE LOS OBISPOS DE GUATEMALA

18 de febrero de 2015

¿Tú crees que en una misa ante las cámaras..., bueno, o en cualquier misa, se puede permitir que se hable de los deshechos de los apóstoles o que a Miqueas se le llama "Malqueda"...., o que se diga que los primeros cristianos tenían un solo caparazón y una sola arma?
Es que no son locutores porfesionales.
Nadie pide eso.  Hace dos semanas recordarás que leyó una abuelita, despacito y titubeando, pero se le entendió todo... y se notó que ella también lo entendía.  Pero el de esta mañana tenía pinta de universitario y quería leer deprisa para hacerse el listo.
No lo habría preparada....

Fragmento del libro Y la llamaron misa.

16 de febrero de 2015

Cuento corto



Seguramente que muchos lo conocen  pero merece la pena  recordarlo

CUENTO CORTO DE GARCÍA MÁRQUEZ

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a
trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.

Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.
Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: "como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie".
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente. "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no creyó en el niño! Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo:
- Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?
- Papá, respondió el niño; yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.
Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo".

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

MORALEJA: PARA ARREGLAR EL MUNDO, HAY QUE EMPEZAR POR ARREGLAR AL HOMBRE

13 de febrero de 2015

Raquel Saravia, profeta de la liberación



El 7 de febrero falleció en Guatemala la hermana Raquel Saravia.
CAUCE  guarda su memoria agradecida.  Ella  especialmente  intervino con su congregación  pidiendo a CAUCE, que comenzaba  su camino, un video sobre los 100 años de la congregación en Guatemala. Fue nuestro primer trabajo. 
Luego tuvimos en nuestra acción de solidaridad  seguimos en varias ocasiones sintiéndola cercana a nosotros. Siempre tuvimos su ejemplo  apostólico, de solidaridad con el pueblo guatemalteco y su fe.
Por eso les ofrecemos esta pequeña biografía  escrita por Fernando Bermúdez.


Raquel Saravia, profeta de la liberación

Trataré de retratar, en estas breves páginas, a una mujer de talla extraordinaria que perfila con altura y coraje la mística profética de la liberación. Su vida refleja su infatigable vocación educadora, evangelizadora, teóloga y escritora.

Raquel es una de esas mujeres que dejan huella no sólo en la vida religiosa sino también en la Iglesia y sociedad guatemalteca y latinoamericana.  Conocí a la Hermana Raquel en el año 1980 en un congreso de la Conferencia de Religiosos/as (CONFREGUA). Desde el primer momento me impactó su jovialidad, entusiasmo, audacia, brío y opción por los pobres en unos tiempos en donde hablar de esta opción era considerado por los poderes del Estado como subversivo.
Raquel Saravia nació en la ciudad de Guatemala en 1942. Se graduó de maestra de Educación Primaria, estudió el Profesorado en Ciencias Sociales y obtuvo la licenciatura en Historia en la universidad nacional de San Carlos.

Es una mujer abierta a la acción del Espíritu. Llegó el día en que decidió “seguir a Jesús en radicalidad”. Entró en la Congregación de la Sagrada Familia de Helmet. Inició su misión dando clases en el colegio Belga-Guatemalteco de la Congregación, en la ciudad de Guatemala, transmitiendo su entusiasmo a las alumnas.

La Educación fue para ella una vocación que la hizo vibrar durante toda su vida, entendida ésta como el desarrollo de la conciencia y la creatividad del alumnado. Las alumnas pertenecían a la clase media alta. Vivían en un ambiente acomodado, mientras en el campo y en los más alejados pueblos y aldeas la gente se encontraba en una situación de extrema pobreza y abandono. Raquel confiesa que “un día me topé con Jesús en los pobres de mi pueblo”. Aquella llamada de Dios a Moisés “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto… Ve pues y libera a mi pueblo” no la dejaba tranquila. Raquel detecta la presencia de Dios entre los más pobres y excluidos de la sociedad y en las luchas reivindicativas de los campesinos, indígenas, mujeres…

En un discernimiento de fe, Raquel, junto con su comunidad, opta por iniciar la conocida “Operación Uspantán”. Veía necesario que las jóvenes entraran en contacto con la realidad de pobreza del campesinado indígena. Aprovechando la presencia de varias Hermanas de la Congregación en la misión de Uspantán (Quiché) pidieron alumnas voluntarias para convivir por un tiempo con la gente campesina, dando clases a los niños, organizando talleres de formación con mujeres, y sobre todo aprendiendo de su experiencia…

Las jóvenes que habían participado en este proyecto regresaban impactadas por la situación de pobreza en que vivía la población indígena, carente de servicios de salud y educación, marginada, excluida, ignorada… Vieron con sus propios ojos esta cruda realidad, escucharon los lamentos de la gente, comprendieron que hay otra Guatemala totalmente desconocida para las chicas de la Ciudad. Después, compartían con pasión esta experiencia entre sus compañeras de colegio, familiares y amistades. Este encuentro con el campesinado significó para ellas una escuela de formación vital, de manera que algunas de estas jóvenes se involucraron, años más tarde, en organizaciones político-sociales que buscan un cambio estructural en el país. Varias de ellas fueron secuestradas y asesinadas por los escuadrones de la muerte.

La violencia se agudizó en el país. Cada día caían, por la represión del ejército, catequistas, mujeres, niños y niñas, jóvenes, sacerdotes, gente comprometida por la justicia. En ese tiempo Raquel era vicepresidenta de CONFREGUA y, junto con su equipo, emite un Comunicado denunciando esta situación de pecado.

Como consecuencia, ella y el equipo directivo fueron señalados como subversivos, comunistas, guerrilleros. El exilio fue la consecuencia de esa opción por los pobres. Su Congregación envía a Raquel a Roma a estudiar Teología. Al igual que Moisés, el dolor de su pueblo lo llevaba como herida sangrante en su corazón, sobre todo el asesinato de varias ex-alumnas, de amigos religiosos y la larga lista de mártires que seguían dando su vida, desde la fe, por otra Guatemala distinta.

Terminados los estudios de teología regresa a México, dado que no podía entrar en Guatemala. Ahí entra en contacto con el obispo de San Cristóbal de las Casas (Chiapas), Samuel Ruiz, y el de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo, y organizan la Secretaría de Refugiados guatemaltecos. Encontró en estos obispos una gran solidaridad con los refugiados, que en ese momento ya sobrepasaban los 50.000 en los campamentos de Chiapas. Participó junto con estos obispos y con Pedro Casaldáliga, quién realizó varios viajes a Centroamérica y México, en la creación del Secretariado Internacional de Solidaridad “Monseñor Romero”.
Siempre tan activa, y motivada por su amor a Cristo presente en los crucificados de la tierra, anima la solidaridad con los refugiados. Raquel expresó que “la solidaridad se hizo ternura en el corazón de los mexicanos”. En sus viajes a los campamentos compartía cursos de catequesis y charlas de análisis de coyuntura, pero como bien dice ella: “Siempre era yo la que regresaba llena de Dios por el testimonio que nos daban de perdón y esperanza, a pesar de los horrores que habían vivido y la pérdida de familiares. La lucha por la vida, su resistencia en medio de las penas y la lucha por su liberación, surgían de una fe profunda en el Dios de los pobres”.  Raquel trabajó duro, pero con una gran alegría que se desbordaba en el servicio a su pueblo y la transmitía a los demás. Siempre se manifestó como una persona dinámica, alegre, jovial, llena de fe, mujer abierta al Espíritu de Dios y con grandes esperanzas en la transformación de Guatemala.

Después de diez años de exilio, regresa a Guatemala. Creyó que le esperaban años de descanso y quietud, pero dice ella que Dios le pedía que diera más. “Quería que transmitiera mi experiencia a la vida religiosa”. Fue nombrada maestra de novicias, profesora de junioras del Inter-Congregacional, superiora Regional de la Congregación, presidenta de CONFREGUA en donde configura el equipo de mujeres teólogas. Apoyó, con singular énfasis, la pastoral de la mujer, configurando un equipo de teólogas religiosas y laicas que iluminan esta pastoral mediante encuentros de formación y promoción de actividades con grupos de mujeres en las parroquias.

Fue vicepresidenta de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR). Su trabajo consistió en compartir los nuevos caminos e ideales de vida religiosa del post-Concilio y del post-Medellín. Ha seguido paso a paso el caminar de la vida religiosa latinoamericana, encontrando en ella luces y sombras. Fue inyectando el carisma profético y liberador que debe caracterizar a la vida religiosa. Raquel apuesta, al igual que el Papa Francisco, por la sencillez y austeridad evangélica en la vida religiosa, la compasión, la opción por los empobrecidos de la tierra, el diálogo fraterno y por una actitud positiva y esperanzadora de la vida.

Vivió con profundo dolor el martirio del obispo Juan Gerardi, profeta de la Recuperación de la Memoria Histórica, buen pastor que dio la vida por el reconocimiento y dignidad de las víctimas de la guerra. Años después, Raquel recibió el galardón “Orden Monseñor Juan Gerardi a los Derechos Humanos” de parte del Arzobispado por su compromiso con los más marginados.

Participó en la Conferencia del CELAM de Aparecida (Brasil) junto con los obispos. Fue posteriormente copresidenta del SICSAL con monseñor Álvaro Ramazzini. Su compromiso no se limitó al ámbito religioso y eclesial, participó también en la Comisión de Reconciliación por la Paz en Guatemala. Es una mujer, que desde su fe, se ha venido comprometiendo por la justicia y la paz. Ha sabido unir fe y vida, mística y profecía, espiritualidad y compromiso socio-político.

Su experiencia de vida religiosa ha sido una larga experiencia de Dios, que le ha conducido por caminos insospechados y le ha proyectado a la lucha por la solidaridad, la justicia y la liberación de los marginados, los pobres, los indígenas, la mujer… Confiesa que “Dios me ha conducido a una pasión profética que brota de la experiencia misma que mira la realidad desde Dios”.
En la actualidad, Raquel se encuentra bastante enferma, pero no pierde la serenidad, la lucidez y la esperanza. Con motivo del 15º Aniversario del martirio de Mons. Gerardi, varias organizaciones, entre ellas el SICSAL, le concedieron un reconocimiento por el trabajo, de tantos años, a favor de la liberación integral de su pueblo.

Esta es Raquel Saravia, mujer profeta de Dios al lado de los pobres, soñadora y luchadora por otra Guatemala y otra Latinoamérica de justicia y fraternidad.

Fernando Bermúdez

SICSAL

Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos de América Latina 


http://www.sicsal.net/articulos2/node/314