
Así es la vida de cualquier creyente o de cualquier comunidad de base. Bien metida en la tierra (el mundo en que vive), unida a la raíz (Cristo), y al tronco de la iglesia, formando comunidad con las demás ramas, dando bellas flores de oración y celebración que se convierten en frutos de acciones, buenas obras de paz, justicia, servicio y caen de nuevo en tierra para seguir dándole vida.
Este es un fragmento del folleto LA COMUNIDAD DE BASE ¿Cómo hacerla vivir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario